A veces, entablar conversaciones de iguales con niños o niñas, puede darnos mucha información sobre nuestro momento presente. Pareciera que intuyeran nuestros procesos y desde su capacidad de asombro e inocencia, tuvieran la capacidad de sanarnos.
Todo está en en la receptividad que tengamos para ello. Y para estar receptivos, hay que, en mi opinión, verlos como seres "que ya saben todo".
Madre e hija compartiendo tiempo y espacio en un baño que se va llenando de vapor.
Hija ( muy angustiada): Mamá, mamá, me ahogo!!
Madre: ¿Cómo que te ahogas? ¿Qué quieres decir?
Hija: No veo nada, no me veo, no puedo respirar...
Madre: Abre la puerta, rápido
Hija: Voy
Silencio durante unos segundos, el vapor empieza a disminuir...
Hija ( Muy emocionada) : Mamá!!! uf, que bien..mira mamá! empiezo a verme en el espejo..me veo, me veo, me veo!!!!!
Abrir la puerta para que entre aire fresco es a veces cuestión de vida o muerte.
Generar por uno mismo una acción ya es un paso.
A veces una charla con un amigo o amiga del alma, un "Bullshit friend" como le llaman los americanos, puede ser aire fresco para un "problema" que te mantiene atascada o atascado. El término me parece super acertado porque si de verdad es un amigo o amiga, será capaz de decirte su opinión respecto a tus auto-engaños, aunque duela.
Aceptar y soltar, suele ser ahora la frase del millón, que muchas veces he dicho y pocas he logrado poner en práctica. Esto, hecho con conciencia e intención, puede ser una bocanada de las que te hacen sentir el ALIVIO de haber superado una prueba importante en tu vida.
Si le das a la lavadora como una servidora y de tanto reflexionar ya ni de ti mismo te puedes fiar, pues una charla inocente con un niño ( no necesariamente el propio) puede ser ese aire renovado que te permite volver a mirarte, gustarte y sonreírte.
El otro día reflexionaba sobre los nombres de algunas calles en las que he vivido: Camino de Jesús ( sin duda el padre de mi hija, Jesús, ha sido un hombre muy importante en mi vida), Calle Descartes ( marcó una época en la que el corazón como guía estaba muy lejos de despertar en mi).
Otra etapa importante e intensa la viví en la calle Peligro que cruzaba con Venus. Sin duda, fue la mas peligrosa en cuestión amorosa. En la Calle Travesera de gracia viví poco tiempo pero recuerdo que no parábamos de ver la serie de Santa Teresa de Jesús. Maravillosa serie. Inspiradora como ella sola. Personajazo!
Actualmente vivo en la calle Gloria Fuertes y siento que su espíritu me acompaña. Me refiero a espíritu como inspiración. El otro día en la biblioteca ojeé su biografía y en esta etapa de mi vida, siento que el motor que de verdad me mueve es el mismo que la movía a ella y el mismo que mueve a mucha gente que se preocupa por el cuidado del alma de los niños. Velar por el brillo de sus miradas, como dice José María Toro
Los niños tienen mucho que enseñarnos, ya se, topicazo, pero a ver si es verdad que les dejamos.
Seguiré atenta sus pasos..a ver si me contagio.
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