domingo, 27 de octubre de 2013

Gracias Pepa Polo ( Terapeuta Gestalt)


En toda alma, hay un recinto oscuro, un rincón olvidado en el que un loco se desespera por no hallar la luz, y espera, con un fervor febril, que alguien le eche como alimento una palabra trascendente y liberadora. Una palabra que ponga fin a las deliberaciones que, en su encierro, mantiene consigo mismo.

Bertrand Bergeron


Las personas orgullosas como yo solemos pensar que nos bastamos solos para resolver nuestros conflictos internos y avanzar. 

Es una estupidez, ahora lo veo.

Está bien querer ser el propio sujeto activo de mi evolución porque es verdad que lo que tengo que hacer es recordar lo que ya sé. 

Pero es que a veces...nos contamos unos cuentos...y nos perdemos.

No se en qué momento tuve la lucidez de plantearme pedir ayuda externa, pero así fue. Creo que una mañana en la que, después deliberar y deliberar dentro de mi cabeza, sentí literalmente que mi cerebro  estallaba. 

Y lo peor, sin haber llegado a ninguna respuesta. 

Ni la iba a encontrar

Desde la mente.

No, había que bajar a otro centro mucho mas importante, desde el que sentimos. Un centro que llevaba meses lastimado, olvidado.

El cuerpo me había empezado a hablar. A través de las clases de yoga me había dado cuenta que buena parte del día tenía tenso el estómago. De esta manera, mi respiración era deficiente y había perdido por completo el hambre. Recordándome este último hecho que esta era una forma que mi cuerpo tenía de decirme que era infeliz.

Aun así, mi orgullo no me permitía decir: estoy jodida! 

La cuestión y principal motivo de este post es agradecer a Pepa, Terapeuta Gestalt y maestra de yoga chikung y Movimiento expresivo, que me guiara hasta ese recinto oscuro del que habla Bertrand Bergeron. Porque si eres guiado hasta allí, no tendrás mas remedio que enfrentarte a lo que es. Y habrá una persona que con amor, te acompañará en ese doloroso proceso. Su intervención desde la presencia y el no juicio implicó un estado por mi parte de total rendición y la receptividad necesaria para escuchar y escucharme con total confianza de que, a lo que iba a llegar a través de su guía, era mi verdad. Y ni uno mismo sabe que se puede encontrar. 

Y luego, la paz

Con una información valiosa que te da una mirada nueva sobre tu vida, tus relaciones..

Y a partir de ahí...todo puede pasar.

Dicen que la verdad da la libertad.

Aunque parece que yo tenía idealizado este concepto en lo mas profundo de mi ser. 

Si estás estancado, no lo dudes, busca ayuda.



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