sábado, 2 de diciembre de 2017

Sobre las iglesias



 Me pregunto si las iglesias estarían más animadas si las personas que no nos identificamos con ninguna religión concreta las pudiéramos sentir nuestras sin tener que derribar ningún prejuicio. Eso no depende de la Institución, depende de nosotros, está claro, pero es que me ha resultado tan costoso sacar de mi mochila la culpa impuesta por los dogmas que, cuando recién me descubro libre, necesito alejarme de todo lo que me recuerde a aquellas frases que me caían encima como ladrillos: "es Dios que te ha castigado,"...de lo contrario irás al infierno" , "calla niña, hoy no se puede estar alegre que el Señor está muerto".

A pesar de esos recuerdos, sigue quedando en pie en mi corazón el mensaje que no pudieron en su ignoracia contaminar y que me empuja a las Iglesias cuando necesito espacios de silencio. Cuando necesito descansar y mirar adentro.

Si no existieran,  habría que inventarlas (sobretodo en las ciudades en las que escasean los espacios naturales que también ejercen tan generosamente de puente)

Esto no es una crítica a la Iglesia ni a los católicos, es más bien un homenaje a todas las iglesias que me han acogido y que me han servido de puente a la divinidad en la que yo creo.

Fotografía: Jesús Armesto