Cada uno tiene sus creencias y la mía en particular respecto a la vida es que somos espíritus o almas viviendo una vida humana para afrontar determinados aprendizajes y con la principal misión de ser felices. Para esta casi hazaña, en los tiempos que corren, no queda de otra que ir hacia dentro, hurgar, meter dedos en las llagas, descubrir tesoros olvidados o nunca encontrados como los dones que nos hacen únicos y originales.
Sobra decir que los dones no tienen porque ser vistosos a los ojos de los demás, ni tampoco tienen porque llevarte a obtener reconocimiento externo. Simplemente, cuando haces eso, te sientes feliz.
Pero volviendo a lo de la vida es una escuela, soy de la opinión que hay dos formas de encarar esto:
1. Sintiéndonos como los niños de hoy en día, en la escuela tradicional que están hartos de hacer fichas, con un sistema de aprendizaje que los convierte en sujetos pasivos y una prácticamente nula noción del para qué aprendo esto.
o
2. A través de un aprendizaje activo, consciente del qué estoy aprendiendo y con la confianza de que si la vida me lleva a pasar por ciertas experiencias es porque así está previsto por mi alma. No el cómo lo voy a aprender pero si el Qué voy a aprender. Y esto no es futurizar, ni destino, es libre albedrío.
Atraeremos a las personas que son necesarias para que tengamos esos aprendizajes. Y como dice C. Jung, si no aprendes de los sucesos negativos, el universo no tendrá mas remedio que volverte a presentar el mismo aprendizaje con otras personas y diferente escenario. Es lo que llaman, repetición de patrones. De este tema hay mucha información valiosa en internet.
Tomando la segunda opción, los aprendizajes, aunque también duelen, ( y diría que cuanta mas conciencia, el dolor puede ser mas intenso), los afrontas con la confianza del "será para bien" e incluso,
podremos llegar a anticiparnos y sentir aquello de "verle las orejas al lobo".
Y el para qué, aunque nunca puedes llegar a comprender todo, empieza a importarte poco responder esa pregunta porque empiezas a disfrutar del proceso que adquiere un componente lúdico interesante.
Porque uno puede estar jodido pero contento, doy fe.
Las buenas noticias es que cuando amaina la tormenta, las emociones de alivio, alegría y orgullo por haber superado cierta prueba ( en mi caso, en la repesca), son también muy intensas.
Y pasas la materia...o eso crees (ehem)
¿Y tu? ¿haces fichas o escuela libre?
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