sábado, 31 de agosto de 2013

El miedo y sus antídotos





Ultimamente, cuando empiezo a meditar sobre un tema, se hace presente en mi vida. No se si es proyección o una manera que tiene la vida de  presentarme en persona a otra sombra para que la conozca y la aprenda a contrarrestar.

Sentí miedo cuando, al ver un precioso arco iris al final de mi calle, pensé que no me daría tiempo a fotografiarlo. Corrí dentro de casa y de una manera muy torpe cogí la cámara, le quité la funda y empecé la carrera a la posesión, sin darme cuenta, que en este caso, querer poseer ese instante me había hecho perderlo. Seguramente deseaba captarlo para luego compartirlo y obtener algún Ahh Ohh, que bonito que me hiciera sentir menos sola y aprobada.

Este extracto de Anthony De Mello me recordó a esto.

"Recuerda la clase de sentimiento que experimentas cuando alguien te elogia, cuando te ves aprobado, aceptado, aplaudido... Y compáralo con el sentimiento que brota en tu interior cuando contemplas la salida o la puesta del sol, o la naturaleza en general,  o cuando lees un libro o ves una película que te gusta de veras. Trata de revivir este último sentimiento y compáralo con el primero, el producido por el hecho de ser elogiado. Comprende que este primer tipo de sentimiento proviene de tu propia "glorificación" y "promoción" y es un sentimiento mundano, mientras el segundo proviene de tu propia realización y es un sentimiento anímico.

El antídoto para mi miedo en ese caso podría haber sido tomar conciencia estando presente de la llegada del miedo y decidir cuan importante era para mi captar ese instante en una imagen. Probablemente no hubiera hecho falta todo el lío de la cámara.

Otros miedos que he sentido han sido a no saber llegar a un lugar debido a mi inexperiencia en el coche . Para este usé la confianza y funcionó. Llegué perfectamente.

El miedo que me condiciona mas es el de la soledad. Este miedo arraigado en lo mas profundo ha propiciado la creación de toda una serie de mecanismos recientemente desenmascarados. Creo que el miedo a la soledad se vence precisamente, estando solo. Este miedo puede ser muy perjudicial ya que nos puede mantener en relaciones que no nos hacen felices o también disuadirnos de decir lo que pensamos para no perder la aprobación de los demás, de un amigo en particular o de la manada.

El miedo a descubrir nuestra sombra nos aleja de iluminarla...pero ya se encarga la vida de darnos oportunidades de hacerlo, por las buenas o por las malas.

Un deportista de salto de altura decía que para quitarse el miedo al llegar al trampolín ( ojo, altura equivalente a 7 pisos) , saltaba!!!

Uauh! me encantó

Aunque no es la solución que le puedo dar a mi amigo Mariano para que coja un avión y venga a verme a Sevilla.

Muchas veces he pensado que el miedo a volar puede venir de vidas pasadas. De todos modos, la vida que transitamos es esta y quizás lo que mi amigo necesite es desear realmente superar ese miedo. Si él no encuentra limitante para su vida tenerlo, ¿para qué va a querer superarlo? Es posible que lo que tenga es miedo al miedo que sentirá al estar sentado en el avión.

Gracias al miedo tenemos la oportunidad de conocernos, de ver nuestros puntos débiles y aceptarlos o superarlos. La paleta de miedos y de personas es tan variada que cada uno tiene las soluciones en su interior. A veces, la soledad ( tan temida y evitada) y el silencio son las mejores maneras de encontrar las respuestas.

Saltar al vacío superando un miedo nos otorga poderes, nos convierte en superhéroes para nosotros mismos rescatando nuestro verdadero ser que está atrapado en una cárcel.







jueves, 29 de agosto de 2013

Bienvenida Envidia, pasa y acomódate ( un ratito solo)



La envidia, muy resumido, es cuando algo bueno que le pasa ( tiene o es) a otra persona a ti no te alegra, es mas, te deja mal.

Es algo muy desagradable de experimentar, sobretodo cuando no le pasa desapercibida a tu conciencia y te deja sentimiento de culpabilidad. Y si es con alguien a quien quieres mucho, ni te digo!

En este último año he tenido dos experiencias de envidia muy claras y dolorosas de reconocer. Si lo explico es porque me parece interesante a donde me ha llevado experimentarlas.

La primera vez fue con mi amiga Mónica. Ella es escritora y tiene un don, lo que significa que escribe genial. Había escrito un libro y estaba buscando editor. Una mañana, después de dejar a los niños en el colegio me dijo: “ te tengo que contar algo! me quieren editar el libro! 

Ofú

Me sentía como un director de orquesta dirigiendo la 9 sinfonía de Beethoven, pura alegría y emoción, pero dándome cuenta de que uno del coro desafinaba de lo lindo. Deseaba interiormente que nadie se diera cuenta de los gorgoritos pues me dejaría en muy mal lugar, así que como buena directora, seguí hasta el final. Mas tarde averiguaría si mandaba al corista a su casa diciéndole que lo del canto no era lo suyo y que probara con un instrumento...o...le pediría que se quedara para ensayar un poco mas.

Así fue mas o menos, y mucho calor interno, mucho calor..como cuando algo me da verguenza, pues igual.

Me lancé a investigar sobre la envidia porque nunca había sido consciente de la emoción aunque hoy puedo decir que sin duda no era la primera vez, lo que pasa que tenemos todos la habilidad de mandar a una caja bajo llave todas esas emociones feas ( también denominadas sombra ). Creo que al inconsciente ( de ahí debe venir lo de la caja de pandora )

Lo mas interesante de todo es que descubrí que la envidia podía darnos mucha información de en qué áreas de nuestra vida estábamos insatisfechos para, o bien reforzarlas y trabajarlas, o bien aceptar nuestras limitaciones y aprender a descubrir y valorar nuestros dones que son únicos de nuestra alma.

En el caso de Mónica, me di cuenta de que yo no estaba satisfecha con mi vida en relación al área profesional. No que no tuviera trabajo, nada de eso. Yo me di cuenta de que no estaba haciendo nada para descubrir, potenciar y sobretodo, manifestar mis dones. Había empezado un curso de Animación Sociocultural porque me apetecía trabajar en ese campo pero no le estaba prestando mucha atención. Así que empecé a ponerme en serio y todo eso me llevó a subir mi autoestima ( por el hecho de empezar y acabar algo), tener nuevos conocimientos y confirmar mi intuición respecto a que en este campo tenía mucho que ofrecer. 

A día de hoy tengo un proyecto que a partir de octubre será la manifestación de un sueño que se puede convertir en muchas cosas.

Parece que a fin de cuentas lo que necesitaba ese niño era atención y reorientación. Como nuestro niño interno que sigue herido y clama guía. 

Hasta aquí, ¿A alguien le parece poco el provecho que se le puede sacar a la envidia?

Y ahora un caso de los que exigen aceptación y no hay de otra.

Jesús, el padre de mi hija, me contó hace unos días que hay alguien en su vida y que esta vez siente que es algo diferente y especial. Tenemos una relación muy cercana de apoyo mutuo desde que nos separamos hace un año y medio mas o menos. Hemos compartido en este tiempo nuestras conclusiones respecto a la vida en pareja, la vida de soltero, la monogamia, el poliamor, el tantra...el amor es un tema que impregna nuestras conversaciones y por ello era lícito que el me dijera “te lo cuento porque se que te alegrarás” ehem...ya estaba Manolito desafinando pero esta vez el Director de orquesta le hizo un guiño que significaba algo así como “ chato, ya te vale”. 

Volviendo a la información que me trae esta emoción. Claramente, estoy insatisfecha con mi situación amorosa. Bien es cierto que no hago nada para cambiarla ni para estar en el mercado pero no hay duda de que yo también aspiro a un amor verdadero, libre de apegos. Y esto es lo que me vino a mostrar la envidia. Que Yo todavía NO, y de eso va la aceptación ( que no resignación). Porque qué sentido tendría inflar esta emoción si tengo muy claro que la vida me trae lo que necesito, en el momento que lo necesito. Y la envidia es un regalo, solo que tenemos que aprender a descifrarlo.

No creo que ninguna de estas personas a las que quiero, piense ahora que mi afecto hacia a ellos no es sincero. Porque quiero que sepan que esa parte de mi que quería alegrarse la primera y demostrarlo tuvo la oportunidad de hacerlo mas tarde, en privado, una vez hubo comprendido y abrazado a su niño interno, que es quien siempre debería tener prioridad.

¿ y tu? ¿ Qué aprendes de tu envidia?

miércoles, 28 de agosto de 2013

De hormigas y tal



“La cigarra y la hormiga”

¿A ver quién es el guapo que se lía a matar hormigas después de leer este cuento y ver esta imagen? 

Transcribo “ Cómoda y calentita en su acogedora casa, la hormiga contemplaba satisfecha su despensa”

Porque cuando se trata de cucarachas y mosquitos, el instinto asesino ( sobretodo con las cucarachas) queda justificado. Unas porque traen un montón de enfermedades ( o eso dicen) y los otros porque nos dejan los “bolondrones”, aquí se les llama así,  o las “faves” de mi tierra.

Pero es que con las hormigas esta semana ha sido un ir y venir de sensaciones, actitudes y reflexiones, casi siempre contradictorias. 

Era como si dentro de mi hubiera toda una comunidad de pitufos que fueran tomando el mando actuando cada uno según su personalidad. 

Pitufo gruñón no lo dudaba, aspirador de migas y todas “padentro”, sin piedad, sin mala conciencia.

Luego tomaba el mando Pitufina y les acercaba las migas mas grandes al agujero-puerta de su querido hogar.

Al rato, Pitufo filósofo se preguntaba todo tipo de cuestiones sobre lo humano y lo divino en relación a las hormigas.

A veces, Papa Pitufo, con su sabiduría, les enseñaba a todos como actuar basándose en el sentido común, es decir, no dejar migas NUNCA, tapar los desagues, limpiar y desinfectar antes del verano todos los conductos, o sea, prevención. 

Decía Papá Pitufo : "Si uno se toma la molestia y hace el esfuerzo de prevenir, luego no tendrá que matar"


Esta conclusión a la que las hormigas me han destinado me parece una gran verdad que se puede extrapolar a muchos campos de mi vida, sobretodo en el de las relaciones. Si uno sabe de que pie cojea, por ejemplo, de apegarse  a ciertas personas con el fin de obtener aprobación, reconocimiento, obtener compañía y sentirse querido, de alguna manera les estamos dando el poder de hacernos felices y lo peor, infelices. Una palabra de desaprobación de esa persona , el silencio de un mail que no llega, un malentendido puede significar la llegada del miedo que todo lo arrasa, un  miedo capaz de matar una relación..y todo, por no haber prevenido. 

Me doy cuenta, poco a poco, que cuanto mas alerta estoy a no apegarme y a no ceder el poder a otras personas, mas capaz soy de amarlas.

Esto lo tengo que agradecer a las muchas veces que me he equivocado, a esas personas con las que he entrado en conflicto y recientemente a Anthony De Mello que reflexiona sobre este tema en un libro muy bonito y útil ( a veces duro). Se llama “Una llamada al amor, Consciencia-libertad-felicidad”.

Imaginaos lo maravillosa que puede ser una relación de pareja basada en el no-apego. Yo no conozco ninguna personalmente, pero me consta que las hay. 

Yo aspiro a ello, y así se lo he hecho saber al universo. 

Volviendo a las protagonistas de este post, las hormigas, siento que este verano he hecho un poco de hormiguita.

¿Sabéis que son capaces de cargar con alimentos que pesan 200 veces su peso?

Bien que lo disfrutan luego repantingadas en su sofá, como la del cuento.

Yo también pienso estar bien cómoda en mi sofá, viendo llover , al lado de la chimenea, sabiendo que este verano he cargado con cosas muy pesadas, todas mías...

Sombras, todas mías

La responsabilidad de lo que me pasa, toda mía

Las he llevado todas a mi hogar e integrado en mi ser porque aunque estaban desperdigadas, olvidadas, eran mías y ahora volverán a formar parte de mi, como debe ser.

GRACIAS HORMIGAS 

lunes, 26 de agosto de 2013

Ikea, la escobilla, el juicio y la gratitud




Lugar:  Ikea 

Sección:  Baños

Día:  Sábado de verano andaluz

Escena 1

Una mujer sentada en un banquito mientras su hija se entretiene en la pantalla táctil.

Descansa y observa.

Y en ese observar consciente, deseando sobre todas las cosas no juzgar piensa:

“Pareciera que las personas salen de sus casas para ocultarse de si mismas y desoír las voces interiores que les gritan: No lo permitas mas!, este matrimonio ya no tiene sentido!, ese trabajo no te hace feliz!,  , A veces hay que decir No!, Acepta!, Vive!...

Jugando al escondite se esconden en comercios buscando embellecer el exterior con todo tipo de artículos sin saber que no van a cumplir la función que en realidad anhelan, que es solucionar el malestar interior”

Toda esta reflexión ella la consideraba muy acertada y en verdad lo era, salvo por un detalle.

Pronto ese detalle le sería desvelado.

Escena 2

La mujer se levanta de repente atraída por una escobilla de baño blanca y roja, recordando que la del baño de la planta baja de su casa era muy fea ( también roja)

En cuanto sostiene la escobilla en su manos un flash de consciencia la deja KO.

Vuelve a su asiento y medita tratando de poner palabras al mensaje de la escobilla.

Un poco avergonzada se da cuenta de que el error en la reflexión era no haberse incluido en esa marea de personas jugando al escondite. En un instante de despiste de su presencia, su ego insatisfecho la había movilizado hasta la escobilla con un “te hace falta..” sustituto de otros “te hace falta”. 

Pensando de no ser esclava de este mal, estaba sin duda cayendo en un grave error, el que trataba de evitar: Juzgar.

La escobilla la “pilló” y haciendo honor a su función primaria se había encargado de recordarle que debía mirar su “mierda” en vez de la de los demás. 

Así, ella se dio cuenta de que también, a veces compra para dulcificar sus sinsabores.

ACLARACIÓN 

Ella soy yo.


Parece ser (lo estudié en un módulo de resolución de conflictos) que el ser humano tiende a proyectar en el otro lo que no reconoce en sí mismo. No lo reconoce porque eso desmontaría su auto-imagen, pero como necesita sacarlo de alguna manera, pues lo proyecta en los demás ( en mayor o menor medida)

Ahora, no vale descartar esta herramienta porque significaría que si juzgamos a un asesino significa que nosotros también lo somos. Si lo descartamos como herramienta de autoconocimiento probablemente no sea por esta razón sino porque a nuestro ego no le interesa que la usemos y ya ha dictaminado en su contra. Apelemos a nuestro corazón, ese que si se interesa por nuestra evolución y que por eso nos presenta espejos ( personas ) en los que pulirnos.

Da un poco de vergüenza reconocer algo así pero es un tipo reconocimiento que nos puede transformar y darnos muchas pistas de qué pie cojeamos.

Una pomada imprescindible para contrarrestar esa vergüenza cuando nos “pillamos” es el Amor a nosotros mismos y la aceptación de que eso también somos nosotros. A partir de ahí, ya cada uno decide que hacer con esa información. Yo suelo auto-observarme pero si en el momento de desenmascararme he sabido aceptarme y quererme, la alquimia que se crea ayuda a un proceso de integración de esa sombra. Poco a poco, con paciencia...podemos trascenderlo.


Gracias Escobilla por subirle el volumen a la voz interior de la cual me escondía yo.



jueves, 22 de agosto de 2013

Aprendiendo a pedir ayuda




El intercambio de favores es una de las fuentes naturales de dar y recibir un “gracias”.

Hay personas a las que les cuesta mucho pedir favores ( me incluyo ) pero en cambio disfrutan mucho cuando les dan la oportunidad de ayudar. 

MI RELACIÓN PERSONAL CON EL PEDIR

Recientemente he disfrutado mucho de conocerme un poco mas a través del Eneagrama y he podido averiguar las razones por las cuales me cuesta tanto pedir y recibir ayuda. En mi caso es un orgullo como un piano de grande. No soporto que se me perciba como una persona necesitada en ningún sentido. Una de mis caretas es la de “tengo tanto que me sobra”. En ese “tanto” va incluido el buen humor y la alegría y dejadme confesaros que es una piedra que pesa mucho el día que te levantas triste o melancólica. 

Así que ahora también practico el pedir ayuda cuando la necesito. 

MI RELACIÓN PERSONAL CON EL DAR 

A la hora de hacer favores los hago encantada pero también reconozco que tiendo tanto a complacer al personal que me cuesta bastante decir “no puedo”. Pero hay que hacerlo porque sino es cuando aparece el resentimiento y la mala leche que no sabes hacía donde ni a quien escupir ( y casi siempre la pagan los que menos culpa tienen: los hijos y las parejas) A no ser que en una sesión de yoga chino pueda darle de palos al cojín o al aire y entonces salgo como una seda ( pero tampoco es plan no?)

Incluso en el pasado tendía a ayudar sin que me lo pidieran, simplemente porque yo intuía (o mas bien, necesitaba) que lo necesitaban. Eso podía hacer que la otra persona se sintiera invadida, con toda la razón. Mi interés por ayudar no era del todo genuino pero me esfuerzo porque llegue a serlo. Hacer algo útil puede ser un medio para sentirte amado porque el otro te lo agradece y hasta puede llegar a necesitarte..y Ay, si te llega a necesitar y no eres consciente de la trampa que te está tendiendo el ego, uno puede llegar a hacer y a hacerse, mucho daño. 

En fin, los “tejemanejes” de nuestros egos son de lo mas variopinto y se trata de que cada uno no nos ocultemos nada a nosotros mismos, aunque duela.

La cuestión es que no se si por aquello de la ley de la atracción, con esto de haber iniciado un blog dedicado a la gratitud,  pero hoy ha sido un ir y venir de peticiones de favores, de recibimiento de gracias, de oportunidades de verme en el espejo del otro al que también le cuesta pedir y recibir ayuda. Ha sido en apariencia caótico y hasta surrealista, tanto que en un momento me ha dado un ataque de risa que alguno de mis vecinos puede haber interpretado como un ataque de locura debido al polvo del desierto. Al final todos hemos recibido y dado con placer y hasta ha habido alguno que ha recibido ayuda extra de los Dioses.

Nada hay mas hermoso que encontrar espejos en la vida. Que vía mas rápida a la comprensión y a la compasión por ti mismo y por el otro.

Esos intercambios de favores son oportunidades, por lo menos para mi, para sentirme cerca de otro ser humano, de catar la luz que todos llevamos y podemos ofrecer en nuestro día a día. 

Recibir un poco de pan rallado acompañado de una espléndida y sincera sonrisa se puede disfrutar como un guiño del universo que nos recuerda que todos somos uno y que en la tierra una de las formas de integrarlo puede ser esta. 

Dando sin esperar recibir nada a cambio y pidiendo ayuda permitiendo que el otro disfrute de darla.

¿ Y tu?

¿Qué relación personal tienes con el dar y el recibir?

miércoles, 21 de agosto de 2013

Gracias Almorranas


Este verano recibí la visita de unas turistas inesperadas: Almorranas

No entraré en detalles para no ahuyentar a los mas pudorosos ya que lo que de verdad me interesa compartir es el viaje que me invitaron a hacer estas queridas huéspedes.

En primer lugar visité muchas páginas web gracias a las cuales pude confirmar que lo que tenía eran almorranas y todos los desencadenantes apuntaban a lo mismo: Alimentación y  stress.

Hacía meses que escuchaba una vocecilla en mi interior que me decía : Alimentación! y yo le contestaba : en Septiembre!. Había tenido unas anginas bastante virulentas y había adelgazado bastante así que empecé a atiborrarme de sobrasada, nutella y bollería industrial para subir unos kilos.

A esto hay que añadirle el stress que me creaba mi relación con mi hijo mayor que había venido a pasar el verano antes de irse a vivir a Miami con su padre. Me sentía incompetente en mi relación con él; Deseosa de conectar con él y pasar un verano de fábula, me auto-exigía unos niveles de armonía que eran imposibles de alcanzar dadas nuestras personalidades y nuestro pasado. Como en cualquier relación padre-hijo siempre hay temas por aclarar, reproches no dichos o explosivamente vomitados, rechazos encubiertos, en fin... que a pesar de desear hacer un buen papel como madre, me encontraba con que mis propios instintos e inercias  boicoteaban la convivencia. Estaba estresada y me sentía culpable. 

Soy por naturaleza curiosa y siempre me he sentido atraída por todo lo relacionado con lo espiritual, por llamarlo de alguna manera. Leo mucho y he aprendido a tener un filtro cuando leo artículos de este tipo. ¿ No os ha pasado nunca que andáis atascados con algo y ese día os aparece un artículo, un mensaje o un amigo que os abre una puerta a la comprensión de vuestra verdad? A esto se le llama Serendepia y a lo largo de mi vida se ha hecho muy presente, sobretodo cuando me abro conscientemente a ser guiada, me rindo o pido comprensión acerca de algún tema. 

El día en que empecé a sangrar ya había cambiado alimentación y estaba bastante descolocada con este tema. Me Llegó un artículo sobre arboles sagrados y su papel como canales de curación y como me encontraba en Sevilla para hacer un recado y además estaba cerca del Parque Maria Luisa, decidí darme un paseo al terminar mis obligaciones. Mientras estaba en un bar tomando una tila me vino un flash de un artículo que había leído en el pasado sobre la relación que tienen nuestras enfermedades y nuestras emociones y lo busqué en internet. En dicho artículo, esta señora relacionaba las almorranas con la culpa. No me vino de nuevo, no solo porque este verano me había sentido culpable muchas veces sino porque a lo largo de mi vida, es una emoción que ha estado muy presente. 

Busqué un árbol que me atrajera y no tardé mucho en encontrarlo. Tenía unas raíces que sobresalían y me tumbé en una de ellas. Pedí que se me mostrara lo que fuera que en ese momento necesitara saber para sanar. Intenté poner la mente en blanco y rápidamente me vino una imagen de mi infancia en la que mis primas se reían de mi ya que cuando íbamos a dormir a casa de mi abuela materna, siempre que pasaba algo me caían las culpas a mi. Tengo pocos recuerdos de mi niñez pero imagino que era bastante traviesa. Entendí que efectivamente era el tema recurrente de la culpa acumulada toda mi vida que venía a mi conciencia para ser liberada, para que dejara de ser un lastre y una limitación para relacionarme con cualquier ser humano que se cruce en mi vida. 
Hice un acto consciente de perdonarme a mi misma allí tumbada, con los ojos cerrados, en plena luz del día. No sentí ninguna verguenza, sabía que era un momento importante en mi vida como para estroperarlo con un “a ver que van a pensar...”

Conduje hasta Gerena y pasé a visitar a mi amiga Mónica, espejo y confidente en esta etapa de mi vida.
Le conté mi experiencia y me escuchó como hace siempre que le cuento estas cosas, atenta, sin juicio ( eso uno lo nota )...no creo que dudara de la efectividad de ese ritual pero me dio una crema que a ella le había ido de fábula después de parir.

Tres días después estaba perfecta y lo mas importante, sigo bien hasta hoy.

¿ Qué fue lo que me curó?

¿El cambio radical de alimentación que me  descubrió las bondades y beneficios de una alimentación sana siendo la prevención para futuras recaídas?

¿ La crema homeopática que cuidó amorosamente de mi piel?

¿El ritual en el árbol que registró mi deseo de liberar, mi intención de avanzar?

No podemos comprender todo pero si podemos abrirnos a experimentar nuevos caminos y sobretodo a escuchar ( y hacerle caso) la voz de nuestra alma que está deseosa de guiarnos.






viernes, 16 de agosto de 2013

Gracias viejito por hacerme esperar



¿ Y si pudiera agradecerse Todo ?

¿Y si pudiera practicarse conscientemente el agradecimiento? 

No solo aquel que nos viene natural cuando algo sale bien o alguien nos ayuda y se muestra amable con nosotros.

Si, cuesta ser agradecido cuando pasas por malos momentos personales o simplemente estás en medio de un atasco. Pero ¿ Y si, agradecerlos, precisamente, nos llevara a la comprensión del mensaje que tiene que darnos nuestra vida respecto a esa situación?

¿A dónde nos puede llevar la exploración de esas situaciones que nos incomodan?

Puede ser un acto de creatividad o si quieres, de darle un sentido lúdico a tu día a día. 

Recientemente añadí un detalle a mi ritual matutino de café con leche y quité otro. 

Quité el portátil y añadí el silencio.

Al silencio le añadí una oración

en silencio.

Buenos días vida, te recibo con alegría ( esto solo a veces, que a las 8 una no es tan persona todavía) , confianza ( siempre) y agradecimiento ( recientemente) dispuesta a vivir lo que pongas en mi camino para mi disfrute y aprendizaje.  

Es obvio que el disfrute lo puse para cuando algo  pasa que me da alegría ( por ejemplo hacer algo por mi misma ) y el aprendizaje para cuando algo no me da gusto pero comprendo que , si está en mi vida, será por algo...solo hace falta averiguar porque o simplemente aceptarlo.

Y el hecho que inspiró definitivamente estrenar este blog fue una situación que se dio en la Biblioteca cuando fui a solicitar que me activaran de nuevo mi tarjeta ya que estaba de baja por haber extraviado un cuento hace varios meses. Llegué con mi hija pequeña de 4 años y mientras ella se quedaba en las alfombras del área infantil me fui a solucionar este tema que era de aquellas cosas pendientes que un día, simplemente necesitas finiquitar ( como llevar el cartón al reciclaje, darle aceite a la madera o limpiar el baño con estropajo y lejía en vez de tanta toallita del mercadona).

De las mesas de devolución me pasaron a la de información y aunque me apresuré a llegar rápido cuando vi a un viejecito acercarse por la derecha, mi “yo buena chica” le dio el STOP a mi “yo impaciente”. 

Así que...a esperar ( y no me gusta NADA)

Empecé a practicar conscientemente lo del aprendizaje. y el agradecimiento.

Mientras me decía toda competente yo a mi misma que “venga..esto es una aprendizaje de aceptación, paciencia..ea, con calma” ya que se veía que la cosa iba para largo ( por la cara de la chica de información) alcancé a ver por el rabillo del ojo el maxi-libro que llevaba el Señor y que, a pesar de ser un ejemplar no apto para préstamo, él estaba decidido a llevarse a casa. 

Se leía “Capitan Cook, Grandes viajes”, o algo parecido.

En aquel momento cambió mi forma de ver la experiencia ya que me picó la curiosidad de mi parte voyeur de entender cuál podía ser la razón de aquella necesidad imperiosa de llevarse ese libro a su casa.
Mi imaginación empezó a volar , a volar...casi enseguida apareció la ternura que luego dio paso a la admiración. Me postré interiormente ante ese ser que a sus 80 y tantos años se plantaba con firmeza frente a la  bibliotecaria dispuesto a cumplir con su objetivo.

No era una vivencia para el aprendizaje, NO, era una de las de disfrute! ¿No os parece que es inspirador presenciar un milagro así?

Ya no me acordaba de que estaba haciendo cola ni me enfadé cuando la muchacha, llegado mi turno, me dijo que no había nadie de Proceso Técnico para solucionarme el tema. 

Y mi mente, la que me es útil, no se conformó con dejar el tema ahí. Recordó aquel anuncio de Ikea y otro mas que ahora no recuerdo, en que el protagonista era un intrépido viejito. 

El anuncio es de aquellos que a los altamente sensibles nos hace casi moquear.
Cuando lo vi, inmediatamente, como la mente necesita juzgar y catalogar, pensé..Ah, esto es que ahora las personas mayores que tienen sus pagas mas aseguradas son los clientes potenciales. hay que ver..hay que ver las empresas y los publicistas, ya les vale.

Pues una vez conocido ( y reconozco, envidiado) al viejito que se cruzó en mi vida, pude darle a aquel primer pensamiento-opinión-juicio otra dimensión. Si, la publicidad nos crea necesidades y ¿Qué tal si un viejito, por verlo, acaba comprando algo innecesario gastando su paga? pero ¿Qué tal si uno o muchos viejitos, siendo ratas sabias, no caen en la trampa pero si aprovechan el fluido inspirador del spot y acaban haciendo algo que les saque de la rutina? 

Al fin y al cabo, ya es hora de que los seres humanos nos hagamos responsables de lo que hacemos y de lo que nos pasa y dejemos de echar balones fuera, culpando a la publicidad, entre otros muchos de no ser felices comprando lo que nos proponen. Quizás la existencia de la publicidad tenga la función trascendental de confundirnos para en algún punto de nuestra vida, ver la luz y pasar al ser. ¿Y si para llegar a SER sea a veces necesario hacer el camino del TENER?

¿Y si el “Capitan Cook” que se cruzó hoy en mi vida era uno de esos que vio el spot y decidió recuperar un sueño perdido y ha decidido retomar la hoja de ruta de su alma? 

Gracias “Capitan Cook” por inspirarme a ir mas allá de mis inercias y mis juicios.

Alguno habrá que lo lea y piense ( juzque-opine) que es una comedura de tarro liarse a vivir la vida así y por eso te quiero decir a ti, precisamente, que es para ti, con todo mi amor y algo de provocación, que escribo este blog 

 Así que , GRACIAS.

Aquí el spot por si a alguien le pica la curiosidad