Estamos a día 24 de septiembre y nada me ayuda a pensar que el proyecto del taller de lectura para niños se hará realidad, este año.
Después de mucho darle vueltas ( pero mucho...) y llegar a muchas conclusiones, creo que todas ellas pueden convivir en la realidad que se me presenta: No es el momento. Solo una madre se ha interesado en el proyecto.
Sería muy fácil echar balones fuera y decir que aquí la gente no le da importancia a la lectura y a la educación emocional o que hay que ver en que país vivo que los que nos gobiernan se van a cargar la cultura, etc...¿Me serviría de algo? en absoluto. Lo que creo que tengo que hacer es preguntarme: A pesar de que no se materialice ahora mi sueño ¿Sigo creyendo en ello? de ser la respuesta un SI, debo luchar por ello. Permitir que me sigan conociendo y confíen en mi las personas de mi pueblo. Seguir formándome en la educación de las emociones, seguir haciendo lo que me gusta y estar atenta a lo que me traiga la vida. Y por supuesto, transformar y adecuar el proyecto, de ser necesario.
Porque..digo yo, ¿Era yo consciente durante la creación del proyecto de que esto de educar las emociones tiene una responsabilidad enorme? Creo que mi propia experiencia con mis emociones a lo largo del verano y este septiembre graciosito, unida a la elección de un buen temario para empaparme bien de esto, van a dar como resultado, una persona mas entera y mas capacitada en un futuro para llevar a cabo el proyecto.
Por ello, vuelvo a tener que reconocer que “Mi vida me quiere”. Aunque duela!!
Para una persona como yo, que siempre ha tomado los caminos fáciles en todos los aspectos, perseverar, es un reto. Y como dice el proverbio chino Los caminos fáciles no llevan lejos.
El objetivo de perseverar me obligará a desarrollar habilidades como la auto-disciplina, la confianza, pedir ayuda, creer en mi misma, el verdadero altruismo...vamos, que curro remunerado de momento no, pero del otro, un rato largo.
Así que debería darle las gracias a este fracaso, porque aunque aplicándome la pomada del “no tenía que ser ahora”, no voy a negar que mi orgullo se ha visto afectado y este hecho me da la oportunidad de hacer la autocrítica necesaria para en un futuro saber cómo llevar a la práctica este u otros proyectos.
Quizás mi inconsciente me estaba queriendo decir algo cuando hace unos días pinté un caracol en una sesión de dibujo compartida con mi hija.
Si bien es cierto que los seres humanos somos capaces de materializar y co-crear nuestra realidad ( tal y como animan a hacer algunos libros como “el secreto”), también es necesario ser responsables de lo que deseamos y desde donde lo deseamos. A esa necesidad de soñar y luchar por nuestros sueños, habría que añadir que a veces la manifestación no es tan rápida como deseamos, ni tan fácil. Y no queda de otra que aceptarlo y confiar, que todo es para bien.
Cogiendo aire y perspectiva después de haber escrito este post, concluyo que si la vida es aprendizaje y experiencia, seguramente esta es otra de las asignaturas que mi alma auto-didacta se puso en el currículo de esta vida.
Haciendo honor a esa elección y a mi vida, MANOS A LA OBRA!
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