viernes, 16 de agosto de 2013

Gracias viejito por hacerme esperar



¿ Y si pudiera agradecerse Todo ?

¿Y si pudiera practicarse conscientemente el agradecimiento? 

No solo aquel que nos viene natural cuando algo sale bien o alguien nos ayuda y se muestra amable con nosotros.

Si, cuesta ser agradecido cuando pasas por malos momentos personales o simplemente estás en medio de un atasco. Pero ¿ Y si, agradecerlos, precisamente, nos llevara a la comprensión del mensaje que tiene que darnos nuestra vida respecto a esa situación?

¿A dónde nos puede llevar la exploración de esas situaciones que nos incomodan?

Puede ser un acto de creatividad o si quieres, de darle un sentido lúdico a tu día a día. 

Recientemente añadí un detalle a mi ritual matutino de café con leche y quité otro. 

Quité el portátil y añadí el silencio.

Al silencio le añadí una oración

en silencio.

Buenos días vida, te recibo con alegría ( esto solo a veces, que a las 8 una no es tan persona todavía) , confianza ( siempre) y agradecimiento ( recientemente) dispuesta a vivir lo que pongas en mi camino para mi disfrute y aprendizaje.  

Es obvio que el disfrute lo puse para cuando algo  pasa que me da alegría ( por ejemplo hacer algo por mi misma ) y el aprendizaje para cuando algo no me da gusto pero comprendo que , si está en mi vida, será por algo...solo hace falta averiguar porque o simplemente aceptarlo.

Y el hecho que inspiró definitivamente estrenar este blog fue una situación que se dio en la Biblioteca cuando fui a solicitar que me activaran de nuevo mi tarjeta ya que estaba de baja por haber extraviado un cuento hace varios meses. Llegué con mi hija pequeña de 4 años y mientras ella se quedaba en las alfombras del área infantil me fui a solucionar este tema que era de aquellas cosas pendientes que un día, simplemente necesitas finiquitar ( como llevar el cartón al reciclaje, darle aceite a la madera o limpiar el baño con estropajo y lejía en vez de tanta toallita del mercadona).

De las mesas de devolución me pasaron a la de información y aunque me apresuré a llegar rápido cuando vi a un viejecito acercarse por la derecha, mi “yo buena chica” le dio el STOP a mi “yo impaciente”. 

Así que...a esperar ( y no me gusta NADA)

Empecé a practicar conscientemente lo del aprendizaje. y el agradecimiento.

Mientras me decía toda competente yo a mi misma que “venga..esto es una aprendizaje de aceptación, paciencia..ea, con calma” ya que se veía que la cosa iba para largo ( por la cara de la chica de información) alcancé a ver por el rabillo del ojo el maxi-libro que llevaba el Señor y que, a pesar de ser un ejemplar no apto para préstamo, él estaba decidido a llevarse a casa. 

Se leía “Capitan Cook, Grandes viajes”, o algo parecido.

En aquel momento cambió mi forma de ver la experiencia ya que me picó la curiosidad de mi parte voyeur de entender cuál podía ser la razón de aquella necesidad imperiosa de llevarse ese libro a su casa.
Mi imaginación empezó a volar , a volar...casi enseguida apareció la ternura que luego dio paso a la admiración. Me postré interiormente ante ese ser que a sus 80 y tantos años se plantaba con firmeza frente a la  bibliotecaria dispuesto a cumplir con su objetivo.

No era una vivencia para el aprendizaje, NO, era una de las de disfrute! ¿No os parece que es inspirador presenciar un milagro así?

Ya no me acordaba de que estaba haciendo cola ni me enfadé cuando la muchacha, llegado mi turno, me dijo que no había nadie de Proceso Técnico para solucionarme el tema. 

Y mi mente, la que me es útil, no se conformó con dejar el tema ahí. Recordó aquel anuncio de Ikea y otro mas que ahora no recuerdo, en que el protagonista era un intrépido viejito. 

El anuncio es de aquellos que a los altamente sensibles nos hace casi moquear.
Cuando lo vi, inmediatamente, como la mente necesita juzgar y catalogar, pensé..Ah, esto es que ahora las personas mayores que tienen sus pagas mas aseguradas son los clientes potenciales. hay que ver..hay que ver las empresas y los publicistas, ya les vale.

Pues una vez conocido ( y reconozco, envidiado) al viejito que se cruzó en mi vida, pude darle a aquel primer pensamiento-opinión-juicio otra dimensión. Si, la publicidad nos crea necesidades y ¿Qué tal si un viejito, por verlo, acaba comprando algo innecesario gastando su paga? pero ¿Qué tal si uno o muchos viejitos, siendo ratas sabias, no caen en la trampa pero si aprovechan el fluido inspirador del spot y acaban haciendo algo que les saque de la rutina? 

Al fin y al cabo, ya es hora de que los seres humanos nos hagamos responsables de lo que hacemos y de lo que nos pasa y dejemos de echar balones fuera, culpando a la publicidad, entre otros muchos de no ser felices comprando lo que nos proponen. Quizás la existencia de la publicidad tenga la función trascendental de confundirnos para en algún punto de nuestra vida, ver la luz y pasar al ser. ¿Y si para llegar a SER sea a veces necesario hacer el camino del TENER?

¿Y si el “Capitan Cook” que se cruzó hoy en mi vida era uno de esos que vio el spot y decidió recuperar un sueño perdido y ha decidido retomar la hoja de ruta de su alma? 

Gracias “Capitan Cook” por inspirarme a ir mas allá de mis inercias y mis juicios.

Alguno habrá que lo lea y piense ( juzque-opine) que es una comedura de tarro liarse a vivir la vida así y por eso te quiero decir a ti, precisamente, que es para ti, con todo mi amor y algo de provocación, que escribo este blog 

 Así que , GRACIAS.

Aquí el spot por si a alguien le pica la curiosidad









No hay comentarios:

Publicar un comentario