viernes, 15 de noviembre de 2013

Incertidumbre


Hoy echo mano de un artículo que una vez guardé en el disco duro y lamentablemente no anoté la fuente ni el autor. Ruego me disculpe quien sea el que escribió este formidable artículo sobre la incertidumbre.

Una que ha sido ( y es) tan propensa a sacar teorías, naturales y sobrenaturales...y me encuentro ahora deseando aportar cierta practicidad a mi día a día. Alcanzar una especie de equilibrio entre lo terreno y lo divino. Lo anhelo.

Y parece que este extracto del artículo tiene que ver con el existencialismo...pues si Señor, me cuadra, hoy, me encaja, me aporta, me reta y a la vez me tranquiliza.

A ver que os parece...



Es por todo eso, que ahora me atrevo a señalar, que vivir bajo la ley de la “Incertidumbre Continua”, es vivir en plena libertad, porque encontrar en cada momento que la vida nos regala, una oportunidad de reinventarnos, de renacer, es vivir intensamente, es vivir en plenitud, vivir libremente, sin ataduras que me aten a mí pasado, sin construir cadenas que me esclavicen con un futuro que quizás nunca llegue a vivir, es simplemente vivir sin compromisos con una vida que ya no es nuestra vida, pues, nuestro corazón nos señala que estamos vacíos de paz.
Cada circunstancia, cada hecho que la vida nos presenta y que está llena de incertidumbre, es un regalo que la vida nos da, es una nueva oportunidad de existir, de ser, porque nada nos garantiza un futuro mejor, ni peor, la vida solo nos garantiza el ahora, que es una inmensa potencialidad de hacer de este instante el mejor y más memorable momento para existir, para dejarte llevar por la naturalidad de vuestro ser, si la vida te presenta un amor, ama pues con intensidad, ama con todo vuestro ser, déjate envolver en la pasión, piensa que en ese momento sois libre, porque no estáis atrapado, ni por prejuicios, ni por las reglas que tratan de imponerte los demás, ni por el miedo a que este amor intenso de hoy te deje mañana, si vivís de esa manera, habrás alcanzado el estado de “Libertad” del cual muchos hablan, pero que pocos han experimentado.
El ahora, este momento, el “Instante”, constituyen un gran potencial de nuevas oportunidades en nuestras vidas, ciertamente que la decisión que tomes no te garantizará nada, no te garantizará si decides amar, que ella no te rompa el corazón en un futuro próximo, si decidís dejar vuestro trabajo porque te hace infeliz, nada te garantizará que puedas volver a conseguir un empleo con ese mismo nivel de ingreso, ni siquiera hay garantía alguna de poder conseguir un buen empleo, si decidís ser un buen amigo, no te puede garantizar la vida, que ese amigo sea sincero y fiel a vuestros sentimientos, si decidís viajar, nada te garantizará que encuentres un hogar cuando regreses, pero si no hacéis lo que vuestro corazón os manda hacer, existe la garantía de que siempre sufriréis por estar atrapado en una vida que no deseáis, siempre vivirás atormentado por vuestras omisiones.
Tomar cada instante que la vida nos regala, como una oportunidad de vivir intensamente ese momento, es dejar atrás nuestras cadenas, nuestra esclavitud, es una oportunidad que la vida nos regala de poder renacer, de reinventarnos, porque la vida está hecha de momentos, de instantes, como lo señala Borges a los 85 años, no esperéis a tener esa edad para entenderlo, y pedir después una nueva oportunidad de vivir nuevamente vuestra vida, porque no la habrá, solo debemos de tomar la decisión de vivir intensamente este instante, tomar una decisión desde el corazón, ciertamente desde nuestra experiencia de vida, de existencia, pero arriesgarnos a vivir intensamente aquel instante, aquel momento que la vida nos regala, y si nos equivocamos, seguramente la vida nos regalará nuevamente nuevos momentos, donde deberemos de tomar una nueva decisión, que de hecho deberá ser mejor a la que tomasteis antes, pero recuerda que nada os garantiza que en esta oportunidad, las cosas salgan tal cual lo deseasteis, pues, eso sería planificar nuestra vida y eso no es existir, la existencia es espontánea, es natural, el agua no planifica fluir, sin embargo fluye, uno no planifica respirar, sin embargo respira, la vida es espontaneidad, no está determinada, simplemente fluye…
Si no nos atrevemos a vivir, reflexionaremos después de manera tardía acerca de nuestras omisiones, en el mejor de los casos como lo hizo Borges, ya ancianos, cuando hablamos menos y escuchamos más, es decir cuando nos hacemos más sabios, o en el peor de los casos moriremos sin darnos cuenta de que alguna ves existimos, viviendo una vida siempre llena de añoranzas, de culpas, de omisiones, de vacíos y llena de dolor…
Es mi deseo poder compartir con vosotros, el inmenso potencial que encierra en sí la “Incertidumbre” y lo absurdo de tratar de construir una hoja de ruta con nuestras vidas, pues, tal y como lo señaláramos anteriormente, ningún plan os asegura nada, porque lo único cierto en este mundo es que todo es incierto en esta vida. Y si todo es incierto, ¿Qué podemos hacer?, simplemente existir, vivir intensamente cada instante de vida que tenemos, y recrearnos en las decisiones que segundo a segundo, día a día, vamos tomando, y por afirmar esto no estoy proponiendo la adopción de una filosofía de corte contemplativo, sino mas bien, me atrevo a proponer la práctica de una filosofía que asume cada segundo, cada minuto, cada día de nuestras vidas, como una gran oportunidad de reconstruirnos, asimilando lo vivido, no como hechos negativos o positivos, sino como una experiencia de vida que nos hizo lo que somos, una experiencia que nos moldeo, no podemos cambiar nuestro pasado y si lo hiciéramos no seriamos lo que somos, y seguramente nos equivocaríamos nuevamente, en ese sentido, solo debemos de observar que la incertidumbre nos permite tener miles de nuevas oportunidades y opciones de hacer con nuestras vidas algo nuevo, algo mejor si nosotros lo deseamos, pero para tomar estas opciones, es necesario primero que decidamos vivir intensamente nuestras vidas, y en segundo lugar debemos de aprender a asimilar lo vivido, pues, ello nos permitirá la ampliación de nuestra conciencia, que además con el tiempo nos permitirá decidir mas con el corazón, que no es otra cosa que el conocimiento de nosotros mismos y de lo que nos hace verdaderamente feliz, lo cual hará que dejemos de hacer y de tomar decisiones, que nos siguen alejando del camino que todo ser humano debe de emprender, el cual tratar de vivir en armonía con las leyes de la naturaleza.
Por ultimo, para Jean-Paul Sartre, la conciencia, es tener conciencia de que tenemos conciencia. En la vida las decisiones que tomamos, no son ni buenas, ni malas, simplemente son decisiones que debemos y de hecho tomamos a cada instante. La definición de bueno o malo con respecto a un acto, está enmarcado dentro de una moral cristiana, católica o religiosa, no dentro de una moral ligada a la praxis social, claro está que quizás un parámetro a considerar en nuestras decisiones es el que planteo el mismo Sartre, cuando menciono que nuestra libertad termina, donde comienza la de los demás. En relación a la vida la mejor decisión que puedes tomar, es simplemente existir, y si lo que decidisteis hacer no te hace feliz, debes de tomar la decisión de hacer otra cosa, sin sentirte culpable por la decisión que estáis tomando, en este sentido sigo compartiendo la filosofía de Jean-Paul, cuando señala que para ser feliz, se debe de amar lo que se hace, pues, la felicidad no está en lo que tienes, sino en lo que amas hacer.



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