martes, 27 de noviembre de 2018

Reflexión sobre la creencia "Si lo crees, lo creas"


Si analizo desde mi experiencia la idea que se propaga (¿quién la propaga y por qué?) sin apenas ser cuestionada: “Si lo crees, lo creas” no me queda más remedio que considerarla engañosa. De nuevo estamos frente a una creencia que pretende atribuirnos un gran poder sobre nuestra vida y los acontecimientos que nos suceden.
A veces, parece que tus deseos son manifestados, la vida te sonríe, y puedes llegar a creer que es tu estado interior el que ha permitido que se den algunos logros Pero…¿qué pasa cuando llegan los momentos de dolor, caos, incomprensión, enfermedad, conflictos? ¿También lo hemos creado con lo que creemos? Es admirable que pretendamos hacernos responsables de lo que nos pasa, para bien y para mal, pero observo que cuando llegan las etapas difíciles, es una creencia que confunde y genera más culpabilidad que ninguna otra. ¿Qué he hecho mal? ¿Qué es lo que no estoy viendo? Nos aboca a vivir desde una subjetividad que a la larga no nos sostiene. Creo que todo es mucho más complejo, y que no hay frases que puedan convertirse en recetas infalibles para obtener algo de seguridad en la aventura de vivir. Cuanto más poder pretendamos tener, más responsabilidad tendremos que asumir. Otra cosa es asumir la responsabilidad sobre lo que hacemos, lo que desde la voluntad elegimos o no elegimos hacer. Me parece más efectivo y sensato ejercer un control sobre nuestras acciones, intentando que se sustenten en los valores universales, que nunca pasarán de moda.

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