jueves, 8 de noviembre de 2018

Inocencia, inconsciencia y falta de discernimiento en el supermercado “espiritual” (experiencia personal)


Me pregunto hasta qué punto (y sobretodo ¿cómo llegué a ello?) estaba secuestrada mi razón y mi corazón cuando no he sido capaz de cuestionar ciertas creencias durante tanto tiempo. Si creía en la reencarnación, en mi poder para crear mi realidad, cumplir todos mis sueños, desprogramar la creencia de escasez, participar en la creación de una nueva era de seres humanos realizados (y ascendidos)…suma y sigue…no se me ocurrió jamás decirle a una persona sumida en la indigencia material o emocional: Mira, esta vida tú la programaste así (quien sabe porque) o, tú te estás creando este sufrimiento, o,  tranquilo que puedes desprogramar esta creencia y tu vida cambiará según lo que tú diseñes.
Hoy creo que porque en el fondo de mi corazón y de mi razón no me llegaba a cuadrar, (porque son medias verdades) y ahora me doy cuenta de que ciertas creencias te pueden llegar a insensibilizar ante la verdadera realidad de este mundo y el dolor que lo está arrasando. Algunas de estas creencias entretienen de lo lindo a nuestro ego, y tengo la sensación que se nos deja (y dejará) jugar a este juego “hasta cierto punto”. 
Dios siempre anda lanzando semillas.

Pongo un ejemplo personal que hasta ahora no había interpretado correctamente para ilustrar esto.
Durante los cuarenta días de la campaña de crowdfunding para editar mi poemario infantil Travieso (con seso) pasé por momentos en los que creía que no lo iba a lograr. Aunque afortunadamente tuve mucho apoyo, sobretodo de conocidos y personas que me apreciaban, llegó un momento en el que no avanzaba. No me acuerdo si faltaban 400 o 500 euros y decidí hacer un ejercicio de visualización para atraer dinero, uno de los miles que inundan Youtube junto con otras meditaciones (para múltiples fines) de dudoso origen y en mi opinión (por experiencia) peligrosas. La cuestión es que al día siguiente un donante anónimo había hecho una aportación de 200 euros. ¡wow! La visualización (¿Hechizo?) había funcionado. La alegría me duró poco porque al día siguiente me mandaron un mail de la organización de Verkami retirándome dicha cantidad porque había sido realizada por un troll informático. ¡buf! Fue una desilusión importante ¿Qué había hecho mal?. En aquel momento no cuestioné mi acción, lo acepté y punto, continuando con  otras acciones de promocionarlo en Facebook (costaban un poco más de esfuerzo, claro). Al cabo de pocos días llegaron 200 euros de nuevo. Un primo mío (Pedro Company) le había hablado de mi proyecto a un amigo y éste hizo la donación. En aquel momento no lo entendí; ahora veo claro que era un semilla lanzada en una roca (yo). Cuando te has pasado media vida renegando de tus orígenes y auto desertando de tu familia, que un primo tenga este gesto, no es el resultado de una visualización, es un recordatorio de que tu familia te quiere, aunque tu corazón siga algo cerrado.

Dicho esto me sigo preguntando cosas: ¿por qué se realizan congresos multitudinarios (y carísimos) de espiritualidad como Being One y paralelamente no se llevan estos conocimientos, que teóricamente cambian la vida, a quienes más lo necesitan, a un campo de refugiados, a una Asociación que ayuda a excluidos, por ejemplo? No digo que los gurús no se sigan ganando la vida con todo ello, pero si somos tan elevados espiritualmente cuando estamos metidos en estos tinglados, ¿porque no enseñamos estas técnicas sin costo a los millones de personas que más lo necesitan? De nuevo, no creo que porque no tengamos buenas intenciones, de hecho, creo que hay un genuino deseo, incluso necesidad, de ayudar al Planeta, pero me da la sensación de que en el fondo de nuestra corazón y nuestra razón secuestrada sabemos que no es moral crear dicha expectativa.

CONCLUSIONES
*La verdadera conciencia nunca se apaga, pero las seducciones, encubiertas de bondad y grandes misiones, fácilmente nos engañan. Somos responsables de ello, eso sí.
*No es oro todo lo que reluce. Líderes y lideresas con carisma a gogo y una forma de dar la información que crea adicción. Nuestra debilidad: indigencia emocional, necesidad de encontrar el amor perfecto, comprender qué debemos hacer y hacia donde debemos dirigirnos, dificultad para manejarnos en la incertidumbre, sed de conocimiento y algo de magia (el panorama mundial es triste, enfrentar la realidad duele)
*La magia efectivamente existe, pero nadie tiene ni idea de a qué precio a medio o largo plazo. Estas prácticas son de este tiempo.
*Dios es amoroso y paciente y lanza semillas continuamente (Parábola del sembrador)
*discernir, discernir, discernir, nos urge aprender a discernir.


Para acabar hago referencia al cartel que es la imagen de este post (es real y actual) Me pregunto qué le contestaría a mi hija casi preadolescente si un día llega del colegio y me dice: Mamá, no hace falta que vaya más al colegio porque voy a despertar mi genio y el Universo hará todo lo que le digo. ¡Glups!

Somos humanos y es perfectamente comprensible que necesitemos creer que es posible todo lo que se promueve en el supermercado “espiritual”, queremos algo de paz (interior y exterior) pero a lo mejor esa paz que anhelamos no es del todo alcanzable por estas vías. Siempre existe la posibilidad de escanearse uno mismo y ver cuanta paz sostenida experimenta,  o si gana la insatisfacción y perdura el malestar ahora con el origen en las nuevas expectativas que algunas de estas prácticas generan.

Escribo estas líneas con algo de vergüenza y arrepentimiento, sin embargo, el alivio que siento es muchísimo mayor, y siento que no sería correcto no compartirlo para que quien lo lea pueda tener información sobre la cual discernir y comparar con su propia experiencia en su momento presente. 

Mi camino no es tu camino, pero si algo de lo que he aprendido puede servirte, me alegraré mucho.


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