Me pregunto hasta
qué punto (y sobretodo ¿cómo llegué a ello?) estaba secuestrada mi razón
y mi corazón cuando no he sido capaz de cuestionar ciertas creencias durante
tanto tiempo. Si creía en la reencarnación, en mi poder para crear mi realidad,
cumplir todos mis sueños, desprogramar la creencia de escasez, participar en la
creación de una nueva era de seres humanos realizados (y ascendidos)…suma y
sigue…no se me ocurrió jamás decirle a una persona sumida en la indigencia
material o emocional: Mira, esta vida tú la programaste así (quien sabe porque)
o, tú te estás creando este sufrimiento, o,
tranquilo que puedes desprogramar esta creencia y tu vida cambiará según
lo que tú diseñes.
Hoy creo que
porque en el fondo de mi corazón y de mi razón no me llegaba a cuadrar, (porque son medias verdades) y ahora
me doy cuenta de que ciertas creencias te pueden llegar a insensibilizar ante la verdadera realidad de
este mundo y el dolor que lo está arrasando. Algunas de estas creencias
entretienen de lo lindo a nuestro ego, y tengo la sensación que se nos deja (y dejará) jugar a este juego “hasta cierto punto”.
Dios siempre anda lanzando semillas.
Pongo
un ejemplo personal que hasta ahora no había interpretado correctamente para
ilustrar esto.
Durante los
cuarenta días de la campaña de crowdfunding para editar mi poemario infantil
Travieso (con seso) pasé por momentos en los que creía que no lo iba a lograr. Aunque
afortunadamente tuve mucho apoyo, sobretodo de conocidos y personas que me
apreciaban, llegó un momento en el que no avanzaba. No me acuerdo si faltaban
400 o 500 euros y decidí hacer un ejercicio de visualización para atraer dinero,
uno de los miles que inundan Youtube junto con otras meditaciones (para
múltiples fines) de dudoso origen y en mi opinión (por experiencia) peligrosas.
La cuestión es que al día siguiente un donante anónimo había hecho una
aportación de 200 euros. ¡wow! La visualización (¿Hechizo?) había funcionado.
La alegría me duró poco porque al día siguiente me mandaron un mail de la
organización de Verkami retirándome dicha cantidad porque había sido realizada
por un troll informático. ¡buf! Fue una desilusión importante ¿Qué había hecho
mal?. En aquel momento no cuestioné mi acción, lo acepté y punto, continuando con otras acciones de promocionarlo en Facebook
(costaban un poco más de esfuerzo, claro). Al cabo de pocos días llegaron 200
euros de nuevo. Un primo mío (Pedro Company) le había hablado de mi proyecto a
un amigo y éste hizo la donación. En aquel momento no lo entendí; ahora veo
claro que era un semilla lanzada en una roca (yo). Cuando te has pasado media
vida renegando de tus orígenes y auto desertando de tu familia, que un primo
tenga este gesto, no es el resultado de una visualización, es un recordatorio
de que tu familia te quiere, aunque tu corazón siga algo cerrado.
Dicho esto me
sigo preguntando cosas: ¿por qué se realizan congresos multitudinarios (y carísimos) de espiritualidad como
Being One y paralelamente no se llevan estos conocimientos, que teóricamente
cambian la vida, a quienes más lo necesitan, a un campo de refugiados, a una
Asociación que ayuda a excluidos, por ejemplo? No digo que los gurús no se
sigan ganando la vida con todo ello, pero si somos tan elevados espiritualmente cuando estamos
metidos en estos tinglados, ¿porque no enseñamos estas técnicas sin costo a los
millones de personas que más lo necesitan? De nuevo, no creo que porque no tengamos
buenas intenciones, de hecho, creo que hay un genuino deseo, incluso necesidad,
de ayudar al Planeta, pero me da la sensación de que en el fondo de nuestra
corazón y nuestra razón secuestrada sabemos que no es moral crear dicha
expectativa.
CONCLUSIONES
*La verdadera
conciencia nunca se apaga, pero las seducciones, encubiertas de bondad y grandes misiones,
fácilmente nos engañan. Somos responsables de ello, eso sí.
*No es oro todo
lo que reluce. Líderes y lideresas con carisma a gogo y una forma de dar la información
que crea adicción. Nuestra debilidad: indigencia emocional, necesidad de encontrar
el amor perfecto, comprender qué debemos hacer y hacia donde debemos
dirigirnos, dificultad para manejarnos en la incertidumbre, sed de conocimiento
y algo de magia (el panorama mundial es triste, enfrentar la realidad duele)
*La magia
efectivamente existe, pero nadie tiene ni idea de a qué precio a medio o largo
plazo. Estas prácticas son de este tiempo.
*Dios es amoroso
y paciente y lanza semillas continuamente (Parábola del sembrador)
*discernir, discernir, discernir, nos urge aprender a discernir.
Para acabar hago
referencia al cartel que es la imagen de este post (es real y actual) Me
pregunto qué le contestaría a mi hija casi preadolescente si un día llega del
colegio y me dice: Mamá, no hace falta que vaya más al colegio porque voy a
despertar mi genio y el Universo hará todo lo que le digo. ¡Glups!
Somos humanos y
es perfectamente comprensible que necesitemos creer que es posible todo lo que
se promueve en el supermercado “espiritual”, queremos algo de paz (interior y
exterior) pero a lo mejor esa paz que anhelamos no es del todo alcanzable por
estas vías. Siempre existe la posibilidad de escanearse uno mismo y ver cuanta
paz sostenida experimenta, o si gana la
insatisfacción y perdura el malestar ahora con el origen en las nuevas
expectativas que algunas de estas prácticas generan.
Escribo estas
líneas con algo de vergüenza y arrepentimiento, sin embargo, el alivio que siento es
muchísimo mayor, y siento que no sería correcto no compartirlo para que quien
lo lea pueda tener información sobre la cual discernir y comparar con su propia
experiencia en su momento presente.
Mi camino no es
tu camino, pero si algo de lo que he aprendido puede servirte, me alegraré
mucho.
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