jueves, 12 de diciembre de 2013

Lo real y la película "Le week-end"


Hoy de camino a la biblioteca pensaba que lo único real es lo que yo siento.

Y que, saber lo que siento, para alguien como yo, que ha vivido tan desconectada de sus emociones y deseos, es mucho y muy valioso.

Respecto a nuestras relaciones con otras personas, sean parejas, amantes, amigos, compañeros de trabajo, padres, hermanos, jefes, el panadero o la que te depila, todo lo que pensamos que piensan o sienten es pura suposición y fantasía.

Es imposible saber con seguridad lo que piensa o siente otra persona. Y está bien.

Lo importante, al menos para mi, es saber qué siento, cómo me siento y qué quiero o necesito en este momento.

En las relaciones mas cercanas, cuando falla la comunicación ( por lo que sea) , el vínculo se deteriora y  la confianza se coge el petate y se va por donde llegó algún día ( si es que llegó algún día).

Recordaba con cariño a la pareja de la película "Le weekend" que actualmente está en cartelera...una pareja que se intuye tiene una gran complicidad pero uno se va dando cuenta a lo largo de la película que algo falla, o mas bien, que en algún momento de su relación, algo falló.

Si vas a ir a verla, para de leer ya! porque voy a contar el final.

Me preguntaba cuando acabé de verla si hubieran sido mas felices por separado y aunque la película acaba bien ( si Bien es que acaben juntos después de haber superado el conflicto) no me dejó buen sabor de boca. Si, son una pareja entrañable, inteligentes, profundos, creativos, divertidos pero en algún momento falló eso, la comunicación y dejaron de decirse las cosas realmente importantes..

LO REAL

Por ejemplo:

Ella a él que sus continuas quejas e insatisfacción la dejaban fría y sin ganas de hacer el amor.
El que sospechaba que le era infiel con el que le arreglaba el ordenador.

Si se dejaron de decir las malas, probablemente se dejaron de decir también las cosas buenas...

Y aunque, como digo, acaban juntos y con una relación mas reforzada por la catarsis, me dejó la tristeza del tiempo perdido y por otro lado el aprendizaje para que su experiencia ( aunque sea ficción) , me pueda servir algún día.

Llegué a la biblioteca y me dirigí con urgencia al baño. Como ultimamente intento estar mas en contacto con mi cuerpo, viví la acción de dar rienda suelta a mi necesidad con los ojos cerrados.
Escuché una voz que me decía: Te harás vieja y nunca te dejaran de brillar los ojos.

Es posible que mi reflexión sobre la importancia de la comunicación en las relaciones hubiera, de algún modo, establecido una intención y una creencia. Quizás esa intención sea mi salvaconducto para tener una vida feliz y que mis ojos nunca dejen de brillar.




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