Detesto el sabor amargo del resentimiento,
mi rostro se endurece, mensajero
de un corazón armado.
Asusto a quien amo,
le despierto memorias de infancia: Lo Armo
Amor condicionado
Ser humano.
Me enfado, es inevitable.
Tanto como proyectar la sombra de mi cuerpo.
Bajar el volumen a los demonios,
enemigos acérrimos del perdón.
Darle voz al mentor.
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